07 marzo 2022

Confirmado: Las personas del grupo sanguíneo tipo A tienen más probabilidades de padecer COVID-19 grave

07 marzo 2022

- Se habla, desde hace algún tiempo, que según el distinto grupo sanguíneo de las personas que enferman por la COVID-19, las consecuencias pueden ser más o menos graves.

- Dejo hoy, aquí, un artículo que nos habla de ello:

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Confirmado: Las personas del grupo sanguíneo tipo A tienen más probabilidades de padecer COVID-19 grave

7 mar. 2022 11:24h.

Getty Images

Tras varios estudios que buscaban relación entre el grupo sanguíneo con la susceptibilidad al SARS-CoV-2 y la gravedad del coronavirus, una nueva investigación publicada en PLOS Genetics ofrece las evidencias más claras sobre este vínculo causal.

El informe confirma que las personas con sangre tipo A tienen un riesgo mucho mayor de hospitalización y muerte en comparación con aquellos con sangre tipo O.

El estudio ha analizado más de 3.000 proteínas para identificar las que están causalmente relacionadas con el desarrollo de COVID-19 grave.

Desde comienzos de la pandemia, la comunidad científica puso el foco en el posible vínculo entre el grupo sanguíneo y la gravedad del coronavirus. Un estudio preliminar en marzo de 2020 con 2.000 pacientes apuntaba a las personas con grupo sanguíneo tipo A como las más vulnerables.

Mientras, otros informes demostraron que las personas con sangre de tipo O son algo menos propensas a contraer COVID-19. Ahora, los primeros estudios observacionales que partieron de Wuhan en los inicios de la epidemia global se validan con nuevos análisis.

Un equipo de investigadores ha encontrado que varias proteínas de la sangre están causalmente relacionadas con un mayor riesgo de hospitalización y muerte por COVID-19, tal y como explican desde el King College de Londres.

El reciente informe, publicado en la revista PLOS Genetics ofrece la visión más clara hasta la fecha de la relación causal entre el tipo de sangre y el riesgo de enfermedad grave por una infección por SARS-CoV-2.

El estudio empleó una herramienta genética para detectar más de 3.000 proteínas

Para llegar a las principales conclusiones, la investigación utilizó un método analítico llamado aleatorización mendeliana, con el cual midió el vínculo entre las variantes genéticas tras los niveles de proteínas en la sangre y los resultados de la enfermedad COVID-19.

Los científicos identificaron 6 proteínas concretas más asociadas a un mayor riesgo de coronavirus grave, y 8 que podrían desempeñar un importante papel protector contra la COVID-19.

Una de las proteínas (ABO) que se identificó por tener una conexión causal con el riesgo de desarrollar COVID-19 grave determina los grupos sanguíneos, lo que apunta a que estos tienen gran influencia en el desarrollo de formas graves de la enfermedad.

El informe reveló ciertas diferencias entre los tipos de proteínas vinculadas a la hospitalización y aquellas vinculadas al soporte respiratorio/muerte, lo que indica que pueden estar funcionando diferentes mecanismos en ambas etapas del coronavirus.

En el caso de la enzima ABO, se relacionó con mayor riesgo de hospitalización y también de asistencia respiratoria. También se identificaron 3 moléculas de adhesión como causalmente relacionadas con un menor riesgo de hospitalización y necesidad de respiración. Estas podrían ayudar a moderar la etapa grave de la enfermedad.

"Perfeccionar este grupo de proteínas es un primer paso vital para descubrir objetivos potencialmente valiosos para el desarrollo de nuevos tratamientos", indica Alish Palmos, coautor e investigador postdoctoral asociado en el King's College London.

Aunque la nueva investigación no cuestionó la relación entre tipos de sangre específicos y la gravedad de COVID-19, uniendo estos datos con los estudios previos que muestran que la proporción del grupo sanguíneo A es mayor en individuos positivos para COVID-19, este segmento se posiciona como candidato para estudios de seguimiento.

Dicho de otro modo, los hallazgos sobre la enzima validan estudios observacionales previos que vinculan la sangre tipo A con el mayor riesgo de hospitalización y muerte por el virus.

Aunque se precisará más investigación clínica, la aplicación futura de estos conocimientos podría permitir perfeccionar y desarrollar nuevas vías terapéuticas para tratar a los pacientes con COVID-19.