28 marzo 2022

Tendinitis: Diagnóstico, síntomas y tratamiento

 28 marzo 2022

- ¿Quién es el que no ha sufrido una tendinitis en su vida o quién es el que no la sufre como mal crónico? 

- Diríamos que todos o casi todos, la sufrimos o la hemos sufrido y todos, también, la sufriremos en un futuro casi con toda seguridad.

- Para ver sus causas, síntomas y tratamiento, dejaré aquí un interesante y completo artículo, que nos lo puntualiza:

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Diagnóstico

Por lo general, el médico puede diagnosticar tendinitis solo con la exploración física. Es posible que el médico pida radiografías u otras pruebas de diagnóstico por imágenes si es necesario descartar otras enfermedades que puedan ser la causa de tus signos y síntomas.

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento de la tendinitis son aliviar el dolor y reducir la inflamación. A menudo, ocuparte tú mismo de tu tendinitis —mediante descanso, hielo y analgésicos de venta libre— es el único tratamiento que necesitas.

Medicamentos

Para la tendinitis, tu médico puede recomendarte estos medicamentos:
  • Analgésicos. Tomar aspirinas, naproxeno sódico (Aleve) o ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) puede aliviar el malestar asociado a la tendinitis. Las cremas tópicas con medicación antiinflamatoria, populares en Europa y cada vez más accesibles en los Estados Unidos, también pueden ser efectivas para aliviar el dolor sin los efectos secundarios potenciales de tomar antiinflamatorios por boca.
  • Corticosteroides Es posible que, a veces, tu médico inyecte una medicación con corticosteroide cerca de un tendón para aliviar la tendinitis. Las inyecciones de cortisona reducen la inflamación y pueden ayudar a aliviar el dolor. No se recomiendan los corticosteroides para la tendinitis que dura más de tres meses (tendinitis crónica), ya que las inyecciones repetidas pueden debilitar un tendón y aumentar el riesgo de rotura.
  • Plasma rico en plaquetas (PRP) El tratamiento con plasma rico en plaquetas implica tomar una muestra de sangre y centrifugarla para separar plaquetas y otros componentes de recuperación. Luego, la solución se inyecta en el área de irritación crónica del tendón. Aunque todavía se están realizando investigaciones para determinar los usos, concentraciones y técnicas óptimos, la inyección de plasma rico en plaquetas en la región de la irritación crónica del tendón resulta prometedora en el tratamiento de muchas afecciones crónicas del tendón.

Fisioterapia

Un programa de ejercicios diseñado para estirar y fortalecer la unidad de músculo y tendón afectada puede ser beneficioso. Por ejemplo, el fortalecimiento excéntrico, que refuerza la contracción de un músculo cuando se está estirando, ha demostrado ser un tratamiento muy efectivo de varios trastornos crónicos del tendón, y actualmente se lo considera un tratamiento de primera línea.

Cirugías y otros procedimientos

En caso de que los síntomas no desaparezcan con la fisioterapia, el médico te puede sugerir lo siguiente:
  • Punción seca. Este procedimiento consiste en realizar pequeños orificios en el tendón con una aguja fina para estimular factores involucrados en la curación del tendón.
  • Tratamiento con ultrasónico. Este procedimiento mínimamente invasivo consiste en realizar una pequeña incisión para insertar un dispositivo especial que quita el tejido cicatricial del tendón con ondas sonoras ultrasónicas.
  • Cirugía. Dependiendo de la gravedad de la lesión en el tendón, se puede necesitar reparación quirúrgica, especialmente, si el tendón se ha desprendido del hueso.

Estilo de vida y remedios caseros

Para tratar la tendinitis en casa, debes recordar cuatro pasos: descanso, hielo, compresión y elevación. Este tratamiento puede ayudar a acelerar tu recuperación y a prevenir más problemas.
  • Reposo. Evita las actividades que incrementan el dolor o la hinchazón. No intentes trabajar ni jugar cuando sientas el dolor. El descanso es esencial para que sane el tejido. Pero no significa que tengas que hacer reposo absoluto en cama. Puedes hacer otras actividades y ejercicios que no ejerzan presión en el tendón lastimado. Podrías tolerar bien hacer natación y ejercicios acuáticos.
  • Hielo. Para disminuir el dolor, los espasmos musculares y la hinchazón, aplica hielo en la zona lastimada por hasta 20 minutos varias veces al día. Las bolsas de hielo, el masaje con hielo o los baños con agua helada pueden ayudar. Para el masaje con hielo, congela un vaso de unicel con agua para que puedas sostenerlo al aplicarte hielo directamente en la piel.
  • Compresión. Debido a que la hinchazón puede provocar pérdida de movimiento en la articulación lesionada, comprime la zona hasta que haya desaparecido la hinchazón. Lo mejor son las compresas o las vendas elásticas compresoras.
  • Elevación. Si la tendinitis te afecta la rodilla, eleva la pierna afectada por encima del nivel del corazón para ayudar a reducir la inflamación.
Si bien el descanso es fundamental para tratar la tendinitis, la inactividad prolongada puede causar rigidez en las articulaciones. Después de algunos días de descanso absoluto de la zona afectada, muévela suavemente en toda su amplitud de movimiento para mantener la flexibilidad de la articulación.

También puedes probar los medicamentos de venta libre, como aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), naproxeno sódico (Aleve) o paracetamol (Tylenol u otros), en un intento por reducir la incomodidad relacionada con la tendinitis.

Preparación para la consulta

Al principio, puedes consultar tus signos y síntomas con el médico de familia, pero es posible que necesites una derivación a un especialista en medicina del deporte o reumatología (tratamiento de las enfermedades que afectan a las articulaciones).

Durante la exploración física, el médico buscará puntos sensibles alrededor del área afectada. La ubicación precisa de tu dolor puede ayudar a determinar si es causado por otros problemas.

Tu médico también moverá tu articulación afectada a diferentes posiciones para intentar reproducir tus signos y síntomas.

Las preguntas que te puede hacer el médico son las siguientes:
  • ¿Dónde sientes dolor?
  • ¿Cuándo comenzó el dolor?
  • ¿Comenzó de forma repentina o de forma gradual?
  • ¿Qué clase de trabajo realizas?
  • ¿Qué pasatiempos tienes y en qué actividades recreativas participas?
  • ¿Te han enseñado las técnicas adecuadas para realizar tu actividad?
  • ¿Tu dolor ocurre o empeora durante ciertas actividades, como arrodillarse o subir escaleras?
  • ¿Has sufrido una caída u otra clase de lesión recientemente?
  • ¿Qué clase de tratamientos has probado en casa?
  • ¿Qué efecto tuvieron esos tratamientos?
  • ¿Existe algo que, al parecer, esté mejorando los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, esté empeorando los síntomas?