18 noviembre 2023

Cuidado con los complementos alimenticios: ni curan, ni previenen, ni son inocuos

18 noviembre 2023

- Debemos dejar de seguir las órdenes del Marketing y dejar de tomar los llamados complementos vitamínicos o alimenticios sin ton ni son. Solo el consejo de un médico tras las oportunas pruebas que él realizará en tu propio cuerpo valdrá para tomarlas cuando y cuánto.

- Dejaré hoy aquí un artículo resumido que nos aclara esta situación:
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Los límites de los complementos alimenticios: ni curan, ni previenen, ni son inocuos

Más allá de casos con déficits nutricionales justificados por situaciones clínicas, los expertos advierten de que los suplementos multivitamínicos carecen de eficacia para evitar enfermedades y pueden entrañar riesgos si se ingieren sin supervisión

Una mujer inspecciona complementos alimenticios en un establecimiento donde se dispensan.MIGUEL GUTIÉRREZ (EFE)


No hay caja sin promesa: “Energía y vitalidad”, “Inmunidad”, “Confort de la próstata”. En los anaqueles de una parafarmacia de Barcelona, rebosan decenas de cajas con píldoras que, bajo la fórmula de complementos alimenticios, garantizan reducir el “daño oxidativo”, tener “energía y deseo sexual” o “quemar la grasa”, entre otros augurios. A pocos metros, en las baldas de un supermercado, se repite el patrón: multivitamínicos, minerales y combinados con extractos de hierbas se ofrecen para el “bienestar de las articulaciones”, ayudar a la “detoxificación” o lograr “un extra de vitalidad”. Unos y otros copan, aparentemente, todos los flancos del bienestar. Pero la comunidad científica mira con recelo tantas promesas y advierte de que hay ahí más marketing que eficacia: ni curan, ni previenen enfermedades, ni son inocuos.

Los expertos en nutrición avisan, de hecho, de las limitaciones de estos productos y apuntan que, más allá de la indicación a personas con déficits nutricionales justificados por determinadas situaciones clínicas, los complementos alimenticios carecen de eficacia para tratar afecciones o evitar la aparición de dolencias cardiovasculares o cáncer, por ejemplo. En el peor de los casos, estos preparados pueden, incluso, entrañar ciertos riesgos si se ingieren sin supervisión o en cantidades más elevadas de las máximas recomendadas.

A ojos de la ley, toda esta clase de preparados son alimentos, no fármacos. Alimentos cuyo fin es complementar —que no sustituir— una dieta equilibrada normal. Son, por ejemplo, vitaminas, minerales (como el calcio o el magnesio, por ejemplo) y probióticos. También aminoácidos, como la glutamina, o compuestos derivados de plantas, como la cafeína o el ginseng. A diferencia de los medicamentos, los complementos alimenticios no necesitan autorización para su venta y se dispensan en cualquier local donde se comercia con alimentos, desde una farmacia hasta un supermercado. Pero la dietista y nutricionista Azahara Nieto advierte de que, por muy naturales que sean o parezcan, “no son inocuos”. Y además, enfatiza: “Si la alimentación es completa, no necesitas suplementación”.

Solo cuando hay algún déficit nutricional detectado tiene sentido recurrir a determinados complementos alimenticios, defienden los expertos. 

El peso del marketing

En la práctica, sin embargo, el fenómeno de los suplementos dietéticos va más allá de la necesidad. Una encuesta publicada en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética reveló, tras sondear a 2.630 españoles, que el 70% de la población estudiada había tomado algún suplemento en el último año, ya sean complementos alimenticios, extractos de plantas, productos para deportistas o para adelgazar, entre otros. En Estados Unidos, una encuesta de salud reportó que más de la mitad de sus ciudadanos habían tomado algún suplemento dietético el mes anterior. La mayoría aduce que los toma para mejorar su salud, su rendimiento deportivo o para adelgazar. “Hay mucho marketing y una tendencia a suplir con complementos una mala gestión de la alimentación diaria. Para compensar eso, nos creemos que el complemento suple la situación que provocan nuestros hábitos”, valora Violeta Moizé, dietista y nutricionista del Hospital Clínic de Barcelona.

Pero no hay milagros en esas píldoras. “Son productos que contienen sustancias concentradas que nosotros podemos encontrar en los alimentos”, insiste Revenga. 

Según la literatura científica, fuera de casos señalados y revisados por profesionales de la salud, los complementos alimenticios tienen un recorrido limitado

Hay mucho marketing y una tendencia a suplir con complementos una mala gestión de la alimentación diaria”Violeta Moizé, dietista y nutricionista del Hospital Clínic de Barcelona

Una revisión del Grupo de trabajo de servicios preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) sobre el papel de los complementos alimenticios en la prevención de enfermedades concluyó el año pasado que “la suplementación con vitaminas y minerales se asoció con poco o ningún beneficio en la prevención del cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la muerte, con la excepción de un pequeño beneficio para la incidencia del cáncer con el uso de multivitaminas”. 

Tras su análisis, la USPSTF desaconsejó el uso de betacaroteno o vitamina E para prevenir enfermedades cardiovasculares o cáncer y concluyó que la evidencia disponible es insuficiente para calcular el riesgo y beneficio de tomar otros suplementos nutricionales para evitar estas mismas enfermedades. 

Por otra parte, al tratarse de productos considerados alimentos, no fármacos, “no tienen obligación de demostrar aquello que dicen que hacen”, protesta Revenga, y tampoco requieren de una prescripción médica. Cualquier individuo puede consumirlos por su cuenta, aunque estos preparados no están exentos de riesgos.

Los peligros del exceso de vitaminas

Para empezar, uno de los peligros es el control de las cantidades. “Si comes muy bien y te tomas un multivitamínico, a lo mejor te estás pasando”, observa Revenga. El dietista señala que hay ingestas diarias máximas recomendadas de todos los nutrientes y, si se superan esos límites, “puede ser tóxico o tener efectos deletéreos”. “Tanta cantidad de esos nutrientes puede limitar la absorción de otros nutrientes”, explica. O interferir en la actividad de otras funciones orgánicas. O provocar efectos secundarios adversos. “Si das mucho fósforo, limitarás la absorción de calcio. Si das mucho yodo, se puede trastocar la función tiroidea. Si tomas mucha vitamina D, puedes tener diarrea”, indica el nutricionista.

En esta línea, Salas-Salvadó alerta de que “la absorción y la biodisponibilidad no es igual que si te la tomas en la alimentación” y pone otro ejemplo: “Con los antioxidantes, como la vitamina A, la E o el selenio, si tomamos una alimentación variada, tomamos diversas cantidades de distintos antioxidantes que son buenos para la salud. Pero si te pasas y tomas grandes cantidades, esto puede tener efectos oxidantes. 

Con los preparados que incorporan a su composición extractos de plantas, los expertos llaman la atención sobre la falta de estudios sobre su seguridad. Revenga denuncia que le presuponen beneficios no demostrados: “Es el componente exótico que sirve al fabricante como palanca de venta. Es ponerle purpurina y neones”, opina. En un artículo publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, la investigadora polaca, Regina Wierzejska, apunta: “En los últimos años han aparecido numerosos preparados que incluyen plantas que nunca antes habían sido utilizadas en la medicina occidental. Sus mecanismos de acción no han sido suficientemente investigados y descritos, y las etiquetas no suelen incluir información sobre las contraindicaciones, lo que no significa que no existan. Los componentes de hierbas, especialmente las mezclas de hierbas, pueden tener un efecto negativo sobre los mecanismos de acción de los fármacos, ya sea acelerando la excreción del cuerpo o produciendo concentraciones peligrosamente altas en la sangre”.

Complementos adulterados

“Hay un marketing muy grande y se hacen anuncios de cosas que no tienen evidencia de que funcionen y tampoco se habla de los efectos indeseados que pueden tener”, recuerda Salas-Salvadó. En sus recomendaciones, la propia AESAN, advierte también de que “natural no significa seguro, la ayuda para el control de peso solo tiene sentido con un estilo de vida saludable, el rendimiento deportivo requiere entrenamiento adecuado y dieta saludable y ningún complemento alimenticio es útil en las relaciones sexuales”.


@etarragó


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6 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con lo que nos dices en este articulo que ciertas cosas se deben tomar con el control de especialistas.

    Saludos.

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    1. Eso es lo sensato, Tomás, y tú lo eres. Bravo.
      Feliz domingo

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  2. Siempre se debe tener cuidado con los fármacos que ingerimos. Te mando un beso.

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    1. Y mucho, Judit, especialmente con eso que llaman complementos vitamínicos que no son medicamentos, aunque te los vendan como tales.
      Feliz domingo, escritora.

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  3. Justamente los otros días mi médico de cabecera me cuestionaba el total magnesiano plus que me indicó la endocrinóloga, le hice un mensaje a ella para que me orientara sobre si debo tomarlo de continuo o nó. Un problema inesperado entre profesionales y yo soy la víctima, en fin, gracias por todo esto, Enrique, un abrazo!

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    1. Hay una forma de averiguar quién tiene razón, María Cristina, que es cuando te hagan un análisis de sangre que te miren como andas de magnesio, de calcio y de vitamina D. El médico no debe negarse a que te lo hagan, al menos, una vez al año.
      Feliz domingo

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